Impacto psicosocial del ataque cerebral en pacientes jóvenes: una complicación frecuente y habitualmente sub-diagnosticada
DOI:
https://doi.org/10.53680/vertex.v32i154.112Palabras clave:
Depresión, Ataque cerebral, Psicosocial, Ataque cerebral en jóvenes, Infarto cerebralResumen
Introducción: Un 15% del total de los ataques cerebrovasculares ocurren en pacientes jóvenes, afectando a los mismos en los momentos más productivos de sus vidas. Actualmente la información disponible (particularmente en Latinoamérica) sobre las consecuencias psicosociales a largo plazo, y la repercusión de las mismas en las actividades de la vida diaria de los pacientes jóvenes con ataque cerebral, son muy limitadas. Por lo tanto el objetivo de nuestro estudio fue analizar el impacto funcional de los aspectos psicosociales en este grupo particular de pacientes. Material y Métodos: Se administró un Inventario de depresión de Beck a pacientes ambulatorios con accidente cerebrovascular isquémico entre 16 y 55 años de edad en dos centros de Argentina; se compararon las siguientes variables en individuos deprimidos y no deprimidos: NIHSS, Rankin Score modificado, Mini-Mental
State Examination, Índice de Barthel, así como variables clínico-demográficas. Una puntuación del Inventario de depresión de Beck BDI superior a 10 se consideró depresión. Resultados: Se incluyeron 34 pacientes con infarto cerebral, el 67% (n = 23) fueron mujeres. La edad media: 45,53 ± 9,78 años (rango: 21-59), 11 pacientes (33%) presentaron depresión; 50% de la población no pudo continuar su actividad laboral habitual y 15% se divorció o se separó de su pareja luego del evento vascular. La tasa de recurrencia de ataque cerebral fue de 0,03%. Conclusiones: Se observó una elevada proporción de pacientes con síntomas depresivos al momento de la evaluación, y cabe resaltar que en la mayoría los síntomas de depresión no habían sido reconocidos y los pacientes se encontraban sub-tratados. Así mismo la depresión se prolongó de manera persistente luego de varios años de ocurrido el evento cerebrovascular. Asimismo, una proporción no menor de pacientes no pudo re-insertarse en su actividad laboral habitual y el evento vascular también impactó de manera importante en sus relaciones afectivas, particularmente en su vida en pareja. El tratamiento y acompañamiento, teniendo en cuenta la expectativa a largo plazo en estos enfermos, deben ser tenidos en cuenta y ofrecidos a estos pacientes con el objetivo de alcanzar la más alta calidad de recuperación posible luego del ataque cerebrovascular.