Carga de los trastornos mentales, neurológicos, por consumo de sustancias y suicidio y prioridades de salud mental en Argentina
Palabras clave:
Carga de enfermedad en Argentina, Trastornos mentales y AVADs, Equidad en salud mental, Atención primaria en salud mentalResumen
El objetivo de este estudio es proporcionar una estimación de la carga de enfermedad relacionada con la salud mental en la Argentina, a fin de aportar elementos para la priorización racional de la asignación de recursos y el desarrollo de servicios. Partiendo de la base de las estimaciones realizadas por el Estudio de la Carga Global de Enfermedad (1) añadimos un análisis de la carga producto de: a) auto-lesiones y suicidio; b) trastornos neurológicos comunes con severas manifestaciones psicológicas y del comportamiento; c) consecuencias somáticas del trastorno por consumo de alcohol y d) una estimación del trastorno por síntomas somáticos con dolor prominente. La carga de enfermedad producida por los trastornos mentales, neurológicos, por consumo de sustancias y suicidio (MNSS) resulta aproximadamente una quinta parte de los años de vida ajustados por discapacidad (AVADs) y más de un tercio de los años vividos con discapacidad (AVDs) totales, resultando el subgrupo más discapacitante de todas las enfermedades no transmisibles (ENT), y superando ampliamente al grupo combinado de las enfermedades infecto-contagiosas y materno-infantiles, y al grupo de los accidentes y lesiones no auto-inflingidas. El análisis de AVADs por edad y sexo permite una jerarquización de los trastornos que debería orientar el desarrollo de servicios para trastornos MNSS, su integración en la atención primaria, y la asignación de recursos. El primer nivel de atención es el único con presencia relativamente homogénea en todo el país, resultando por lo tanto el único capaz de incrementar efectivamente la cobertura y disminuir la inequidad. El fortalecimiento del primer nivel de atención puede ser logrado mediante la capacitación en salud mental de personal no especializado y el aprovechamiento de recursos tecnológicos informáticos y comunicacionales para contrarrestar las inequidades regionales en la cobertura. Tal visión estratégica permitirá disminuir: los gastos excesivos en recursos especializados, que por definición resultan más costosos e intervienen sólo cuando la patología superó cierto umbral; y los gastos indirectos causados por la pérdida de productividad laboral. Fundamentalmente, permitirá aumentar la cobertura y revertir la inequidad regional y socioeconómica en la calidad de la atención en salud mental en un país rico en recursos profesionales.